
A mi me gusta mucho la temática de esta serie, la historia
de cómo un maestro de escuela publica usa sus conocimientos químicos para
convertirse en el capo mas buscado por la DEA. Breaking Bad no sólo tiene un
argumento valiente y arriesgado que deja nuestra pupila impregnada de grandes
momentos de emotividad y acción, sino que trabaja sus tramas y personajes con
la dedicación de un artesano, ofreciendo piezas brillantes y fragmentos
inolvidables.
En Breaking Bad el conflicto nace de las consecuencias de
vivir en una sociedad marcada por ciertos patrones: un padre de familia, un
hombre honrado y honesto, que tiene dos trabajos y que nunca levanta la voz, se
da cuenta de que no puede costearse el tratamiento que necesita el cáncer que
padece y tiene que encontrar una solución de emergencia. Para Walter White (INTERPRETADO
POR BRYAN
CRANSTONEL) mundo de la droga es
algo turbio y oscuro pero piensa que sacarse un sobresueldo a base de “cocinar”
metanfetamina no tiene porqué ser demasiado complicado. No es así, por supuesto:
entrar en contacto con traficantes, con “matones”, sufrir chantaje, temer por
la vida de los más allegados y evitar que la policía se entere de lo que estás
haciendo no es nada sencillo. Y si el mundo de la droga es muy complejo, no lo
es menos el mundo del que está enganchado, y el mundo del que tiene que decidir
entre matar o morir.
Breaking Bad está entre ese grupo de series que, durante los
últimos años, han protagonizado una evolución en la manera de entender la
ficción televisiva. La estructura narrativa se sale de las formas clásicas para
traernos un lenguaje más moderno y audaz, que dota de una personalidad única a
la serie y que contribuye a hacerla rápidamente identificable.
Recuerdo un capítulo en el que Hank (el cuñado de Walt que
trabaja para la DEA) está a punto de descubrir a ese traficante tan listo y
escurridizo que se hace llamar Heisenberg. Walter está encerrado en su
caravana, acorralado por este policía tan contumaz. Recuerdo cómo sentía, a la
vez, el deseo de que Walt se salvara y de que Hank encontrara lo que tanto
tiempo había buscado. ¿Cómo podía manifestarse algo tan contradictorio en el
anhelo de un espectador?
Ésta es una de las grandezas de la serie. Cuando las tramas
y los personajes están bien construidos, ya no hay buenos ni malos, sino
personas con motivaciones diferentes, totalmente legítimas, con las que
sentirse identificados. En la última temporada, incluso aprendimos algo de la
historia de El Señor Pollo y llegamos a ver un poquito de su humanidad.
Simplemente Breaking Bad contiene de todo, es muy completa,
por lo cual es altamente recomendada, además que las actuaciones son verdaderamente
buenas, pero los dejare juzgar esta serie con su propio criterio aunque es muy
probable que les terminara encantando como a mi.
Publicado por: Laura Martinez Vazquez
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